No somos de este mundo es un concepto clave en la fe cristiana. En Juan 17:16, Jesús afirma que sus seguidores no pertenecen a este mundo, sino que él los ha escogido y los ha enviado a ser luz en medio de la oscuridad. Descubre en este artículo la importancia de recordar nuestra verdadera identidad como cristianos y cómo podemos vivir en el mundo sin ser del mundo.
Contenido
No somos ciudadanos de este mundo: reflexiones sobre la enseñanza bíblica
La enseñanza bíblica nos recuerda que como creyentes no somos ciudadanos de este mundo, sino del reino de Dios (Filipenses 3:20). Debemos vivir en el mundo, pero no ser parte de él, ya que nuestras lealtades y compromisos están con nuestro Padre Celestial.(Juan 17:16)
A menudo podemos sentirnos tentados a seguir los caminos del mundo, pero debemos resistirnos a las tentaciones y mantener nuestras convicciones en Cristo. (1 Corintios 10:13) Esto significa que debemos vivir de acuerdo a los principios establecidos por Dios en su Palabra, en lugar de seguir las tendencias y modas del mundo.
Nuestra ciudadanía celestial nos da la perspectiva adecuada para enfrentar los desafíos y dificultades de la vida en este mundo. (2 Corintios 4:17) Sabemos que esto no es nuestro hogar permanente, sino que estamos de paso hacia una vida eterna en la presencia del Señor.
Como ciudadanos del reino de Dios, somos llamados a mostrar amor, compasión y justicia a aquellos que nos rodean. (Mateo 5:16) La forma en que vivimos nuestras vidas debe ser un testimonio del poder y la gracia de Dios, y una expresión de su amor por el mundo.
La historia de Noé: Quitando todo peso del pecado según el texto bí...En resumen, como cristianos, nuestra ciudadanía está en el cielo y nuestra lealtad está con Dios. Somos llamados a vivir de acuerdo con los principios bíblicos y a ser una luz en medio del oscuro mundo que nos rodea. (Efesios 5:8)
ESTAMOS EN EL MUNDO PERO NO SOMOS DEL MUNDO | PASTOR JUAN MARIO HERRERO | ROCA DE VIDA PANAMÁ
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La afirmación bíblica de que no somos de este mundo
¿Qué significa realmente ser «del mundo»?
En el contexto bíblico, el término «mundo» se refiere a la sociedad que se rige por sus valores terrenales y se opone a los principios divinos. Los cristianos son llamados a ser luz en medio de la oscuridad del mundo y a vivir de acuerdo a los valores del reino de Dios, los cuales pueden entrar en conflicto con los valores del mundo.
¿Por qué es importante recordar que no somos del mundo?
Es fácil caer en la tentación de adaptarse a los valores del mundo y olvidar nuestra verdadera identidad como hijos de Dios. Recordar que no somos del mundo nos ayuda a mantener nuestra perspectiva en las cosas eternas y a no comprometer nuestros valores debido a la presión de la sociedad.
¿Cómo podemos vivir en el mundo pero no ser del mundo?
Jesús nos da la clave en Juan 17:15-16: «No pido que los saques del mundo, sino que los protejas del maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo». Debemos estar en el mundo, pero no dejarnos influenciar por él. Esto implica llenarnos de la Palabra de Dios, cultivar una relación íntima con Él a través de la oración y rodearnos de una comunidad cristiana que nos apoye en nuestra fe.
Preguntas Frecuentes
¿Qué significa la afirmación «no somos de este mundo» en el contexto bíblico y cómo debemos vivir en consecuencia?
La afirmación «no somos de este mundo» se encuentra en la Biblia en el Evangelio de Juan 17:16. En este pasaje, Jesús ora por sus discípulos diciendo: «No ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del mal… ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo».
La esperanza en medio del dolor: Nota de duelo con texto bíblicoLa idea detrás de esta afirmación es que los seguidores de Jesús deben tener una perspectiva diferente de la vida y del mundo en el que vivimos. Es decir, debemos vivir con un enfoque en las cosas eternas y no en las temporales. Como cristianos, nuestra verdadera ciudadanía está en el cielo y no en este mundo (Filipenses 3:20).
En consecuencia, debemos vivir de una manera que refleje nuestra identidad celestial. Esto significa vivir en obediencia a los mandamientos de Dios y buscando su voluntad en todo lo que hacemos (Colosenses 3:17). También significa amar a los demás y preocuparnos por ellos como Cristo lo hizo (Juan 13:34-35).
Por otro lado, esto no significa que debamos aislarnos del mundo o ignorar nuestras responsabilidades en la sociedad. Más bien, debemos estar presentes en el mundo mientras mantenemos una perspectiva celestial, sabiendo que nuestra verdadera esperanza se encuentra en Cristo y en su promesa de vida eterna.
En resumen, como seguidores de Jesús, debemos recordar constantemente que «no somos de este mundo» y vivir en consecuencia, con un enfoque en las cosas eternas y una vida de obediencia a Dios.
¿Cómo podemos identificar y resistir las tentaciones del mundo que nos rodea, siguiendo el ejemplo de Jesús como alguien que no pertenecía a este mundo?
En la Biblia, en Juan 17:16, Jesús dice: «No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo». Jesús nos enseña que podemos vivir en este mundo, pero no ser parte de él.
Una forma de identificar y resistir las tentaciones del mundo es fortaleciendo nuestra relación con Dios a través de la oración, la lectura de la Biblia, y asistiendo regularmente a la iglesia. Además, podemos rodearnos de personas que compartan nuestra fe y valores cristianos.
Nuestro cuerpo, templo sagrado donde habita Dios: Un análisis del tex...Jesús también nos muestra un ejemplo de resistencia a las tentaciones en Mateo 4:1-11, cuando fue tentado por Satanás en el desierto. En cada tentación, Jesús respondió con la Palabra de Dios, citando versículos de la Biblia que lo ayudaron a resistir la tentación.
Finalmente, es importante recordar que somos seres humanos imperfectos y podemos caer en tentación. Pero gracias a la gracia y el perdón de Dios, podemos arrepentirnos y volver a Él. Como dice en 1 Juan 1:9, «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y purificarnos de toda maldad».
¿Cómo podemos ser luz en medio de la oscuridad del mundo, mostrando así nuestra verdadera identidad como ciudadanos del cielo y no de esta tierra?
En Mateo 5:14-16, Jesús nos dice: «Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad asentada sobre un monte. Ni se enciende una lámpara para ponerla debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos«.
Como ciudadanos del cielo, debemos ser diferentes al mundo, mostrar una verdadera identidad como hijos de Dios. Debemos ser luz en medio de la oscuridad del mundo, mostrando así nuestra verdadera identidad como ciudadanos del cielo y no de esta tierra. La luz no se puede esconder, debe ser visible para todos. Nuestras acciones y nuestras palabras deben reflejar la luz de Dios en nuestras vidas.
Debemos vivir una vida que glorifique a Dios y no al mundo. Las buenas obras que hacemos deben ser para la gloria de Dios y no para la nuestra. Nuestras acciones deben demostrar amor, compasión y bondad hacia los demás, especialmente hacia aquellos que son menospreciados por el mundo.
En resumen, debemos ser luz en medio de la oscuridad del mundo. Al hacerlo, estamos mostrando nuestra verdadera identidad como ciudadanos del cielo y no de esta tierra. Debemos ser diferentes, vivir una vida que glorifique a Dios y demostrar el amor y la compasión que Dios tiene por nosotros a aquellos que nos rodean.
Obedeced al maestro de la iglesia: Un análisis del texto bíblicoEn conclusión, este texto bíblico nos recuerda que como cristianos no somos de este mundo, sino que somos extranjeros en él. Aunque vivimos aquí temporalmente, debemos mantener nuestra mirada puesta en las cosas de arriba y no en las cosas terrenales. Nuestro hogar eterno está en el cielo y nuestro propósito aquí es hacer la voluntad de Dios y llevar a cabo su plan para nuestras vidas. Por lo tanto, vivamos con valentía y determinación, sabiendo que somos ciudadanos del reino celestial y que nuestra verdadera patria está allí. Que nuestras vidas reflejen siempre esa realidad y que seamos luz en medio de las tinieblas de este mundo.